Cursos, trabajo desarrollado y otras opciones
Algunos procesos selectivos optan por utilizar el sistema denominado Concurso-Oposición. Es decir, un sistema en el que además de realizar los exámenes y pruebas pertinentes (fase de Oposición) que tendremos que superar, habrá que acreditar una serie de méritos (fase de Concurso), objetivamente cuantificados, que determinarán nuestra puntuación final.
Habitualmente, este Concurso es posterior a la realización de la Oposición, y sólo podrán acceder a él quienes previamente hayan superado con éxito dicha fase.
Es en las Bases de la Convocatoria donde se establecen cuáles son los méritos que se van a valorar, así como la puntuación asignada para cada uno de ellos.
Debe tenerse en cuenta que aquellos requisitos que sean necesarios para poder participar en el proceso selectivo no serán tenidos en cuenta como méritos a puntuar en la fase de Concurso. Por ejemplo, si para participar se requiere estar en posesión de una licenciatura o equivalente, dicha licenciatura permitirá acceder al proceso selectivo, pero no será considerada como mérito en la fase de Concurso.
Dentro de los méritos a valorar podemos encontrar los siguientes:
Valoración del trabajo desarrollado.
En este apartado se valorará como mérito la experiencia profesional que puedan tener los aspirantes en el Sector Público, en ocasiones también se pueden valorar trabajos desarrollados en empresas privadas
Valoración de la formación.
Dentro de la formación que puedan tener los aspirantes se podrá valorar:
– Estar en posesión de titulaciones regladas de igual o superior nivel a la requerida para participar en el proceso selectivo, y que sea distinta a la que se haya alegada para acceder al mismo.
– El expediente académico correspondiente a la titulación alegada para participar en el proceso selectivo; en función de si la nota media obtenida es matrícula de honor, sobresaliente o notable.
– Cursos y jornadas de formación. Será considerado como mérito, con su valoración respectiva, tanto participar como alumno/a en cursos y jornadas de formación, como impartir los mismos.
Dichos cursos deben ser oficiales y estar relacionados con el temario que corresponda a las pruebas que nos presentamos.
Esta sería, en principio, la manera más sencilla de conseguir puntos de concurso, ya que no requiere de años de estudio ni de trabajo, como puede ser la obtención de una titulación o la acumulación de experiencia laboral.
En este supuesto, bastará con realizar un número de cursos y jornadas concretas hasta llegar al máximo de puntos permitidos para este apartado. Para ello, podremos acudir a los distintos Sindicatos del Sector, que en la mayoría de casos ofrecen cursos oficiales que están orientados precisamente a servir de mérito para este tipo de procesos.
– Haber superado con anterioridad otros procesos selectivos. Este punto es de especial interés y da respuesta a una de las principales cuestiones que nos hacemos cuando empezamos a estudiar unas oposiciones: ¿Qué ocurre cuando aprobamos los exámenes pero no obtenemos plaza?
Aquí distinguimos dos consecuencias, la primera y más importante, pasan a constituir la bolsa de interinos. De esta forma, la experiencia laboral que se obtenga de esta manera podrá ser alegada como mérito en el siguiente proceso selectivo.
En segundo lugar, aprobar unos procesos selectivos sin obtener plaza, permite alegarlo como mérito en la fase de concurso del siguiente proceso selectivo al que se presente, y obtener así una mayor puntuación en dicha fase.