Plaza de funcionario

Yo trabajaba en el sector de la construcción, más concretamente en una promotora llevando contabilidad allá por el año 2008, cuando mi jefe me dejó de pagar por lo que me tuve que ir. Empecé a buscar trabajo y no encontraba absolutamente nada por ningún sitio y en el cumpleaños de un conocido empecé a hablar con un muchacho que me dijo se iba a preparar las opos de auxiliar administrativo el estado (yo entendí administrativo de la Junta de Andalucía… imaginaos lo fino que iba yo en el cumple…). Entonces empecé a barajar la posibilidad de volver a empezar a estudiar, total… tenía tiempo, posibilidad y nada que perder. Al principio no lo tomé muy en serio y creía que si me salía algún trabajo lo dejaría… más que nada para callar a todos los que tenía a mi alrededor y que dejaran de decirme que no hacía nada, que así no podía seguir… que no estaba buscando trabajo… ya sabéis la cantinela que te echa tu novia, tus padres, tus amigos… hasta tus vecinos porque claro, cuando estás trabajando es muy fácil juzgar al que está en paro…

Entonces compré libros de una editorial y empecé por mi cuenta… grave error, la primera vez que me presenté suspendí, tiempo perdido, ya que cuando éstos se editan el temario está desfasado y es muy importante que los temas estén lo más actualizados posibles porque, en el caso de la Junta de Andalucía, el Consejo de Gobierno se reúne semanalmente y cambian artículos y esos artículos son grandes candidatos para estar en el examen. Yo llegué a estudiarme hasta leyes derogadas… pero es que no tenía ni idea de lo que era el universo de las oposiciones. Por lo que decidí apuntarme a una academia, si no tienes experiencia en oposiciones ellos te van a guiar y te van a dar lo que es más probable que te pongan, desechando mucha paja.

Ya me puse más en serio y ahí fue cuando me convertí en opositor de verdad, estudiar, estudiar y estudiar… echar todas las horas que podía, a veces iba a tomar un café y pensaba: “estoy perdiendo el tiempo aquí haciendo el tonto y mis rivales estudiando…”. Progresaba muy muy lento pero me daba igual yo echaba todas las horas que podía, cada uno se conoce a sí mismo y hay gente que en tres o cuatro horas progresa mucho, yo no, pero tengo la ventaja de la voluntad por lo que, aunque iba lento echaba todas las horas que podía (no lo digo aquí porque no os lo ibais a creer…). Recordad que opositor es un estado civil además de soltero y casado.

Luego tienes a la gente de tu alrededor que te dicen: “ y cuando suspendas… que vas a hacer…”, “ todo el mundo no puede ser funcionario…”, “ ahora con la crisis no salen plazas”. Yo pensaba: “pues cuando suspenda seguiré estudiando…”, “y, yo no soy todo el mundo”, “ya sacarán plazas…”. A un opositor no lo entiende nadie salvo otro opositor por lo que es muy importante estar en contacto con otros opositores ya que podéis intercambiar opiniones, hablar de los temas, resolver dudas, se produce gran retroalimentación.

Tras tres años y pico llegó el examen, yo iba acojonado… NO, lo siguiente…. Pero hay que pensar que los demás, si han estudiado, también tienen nervios, que el tiempo del examen es igual para todos y las preguntas también… así que hay que confiar en lo que llevas en tu cabeza, aunque parezca que no, la parte inconsciente está ahí y de tanto repasar y repetir y repasar los datos se encuentran en la cabeza y luego en el examen van a fluir, sino en ese examen en el siguiente.

Hay que tener el objetivo muy claro, no cejar en el empeño y sobre todo estudiar y no escuchar a tod@s los que tratan de desmoralizarte porque la recompensa LLEGA. La voluntad del triunfo es lo que debe guiar a un opositor. Plaza de funcionario…. La caña.